TEORIAS DEL APRENDIZAJE Y LA INSTRUCCIÓN

En este apartado se explican las características que presentan los niños de seis a doce años con el propósito de que los docentes identifiquen los procesos de desarrollo para adecuar las actividades de aprendizaje que aplicará en el aula.
El término desarrollo se entiende como un proceso de reconstrucción y reorganización permanente. El ser humano transita por distintas fases del desarrollo de su especie: nace, se reproduce y muere; durante este proceso experimenta cambios físicos, psicológicos sociales y culturales.
Para Piaget (1976) el desarrollo intelectual se basa en la actividad constructivista del niño a partir de la relación con el ambiente, y de la necesidad de adaptarse ante los desequilibrios que se encuentra. El desarrollo humano puede describirse en términos de funciones y estructuras cognoscitivas. Las funciones son procesos biológicos innatos iguales para todos los que permanecen invariables a lo largo de sus vidas.
El docente a través de las actividades que realiza día con día observa las necesidades y capacidades que presenta cada niño para implementar diferentes estrategias que le ayuden a generar el interés de sus alumnos y lograr un aprendizaje significativo.
(William, 1990, pág. 14) Expone:
Las etapas basadas en los cambios en estructuras y procesos hipotéticos se fundan en teorías cognoscitivas y psicoanalíticas; por ejemplo, Piaget (1970) divide el desarrollo en grandes etapas rotuladas como sensomotora, que incluye los reflejos y las coordinaciones sensomotoras simples (desde el nacimiento hasta los dos años de edad); de inteligencia representativa, que abarca simples formas de razonamiento en términos de eventos y objetos concretos (de los dos a los doce años) y de operaciones formales o proposicionales, que implican todas las formas de pensamiento, razonamiento lógica (de los doce años a la madurez). Esta sucesión de etapas depende de cambios cualitativos en estructuras o esquemas cognoscitivos hipotéticos.
A través de estas etapas es posible comprender el comportamiento de los niños, sus inquietudes, su forma de pensar, su modo de ver las cosas, así como el interés por saber, saber hacer y saber ser. En la medida en que este conjunto de capacidades están relacionadas entre sí, se define y se determina cómo el individuo interpreta la realidad que lo rodea, cómo razona e interactúa.
“La única justificación para dividir la vida humana en etapas es simplificar el análisis de las relaciones extraordinariamente complejas que implica el desarrollo.” (Baer, 1970; Bijou, 1968 y Piaget 1970 citados en Bijou Sídney, 1990, pág. 15).
Piaget plantea que los niños entre los siete y los doce años se encuentran en la etapa de las operaciones concretas; siendo capaces de manipular información mentalmente y resolver problemas a través de símbolos al realizar actividades físicas o intelectuales.
De acuerdo con el crecimiento que tienen los niños desarrollan su pensamiento y aprenden otros puntos de vista para comunicarse siendo más flexibles ante lo que conocen. De igual manera los infantes se encuentran en el estadio que corresponde al desarrollo de la noción de conservación; anterior a este los niños se centran en la apariencia de los objetos, debido a que no entienden el concepto de la reversibilidad.